Biblioteca, Archivo & Museo. Curso de escritura

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Biblioteca FCD

Presentación

Estos contenidos formaron parte de una serie de charlas sobre escritura de divulgación dictadas a lo largo de la segunda mitad de 2022 en la Estación Científica Charles Darwin. Fueron desarrollados y compilados por Edgardo Civallero, coordinador del área de Biblioteca, Archivo & Museo.

Los materiales bibliográficos compartidos en esta página para su descarga se distribuyen dentro de los límites del fair use: son para uso exclusivo dentro de la Fundación Charles Darwin, su difusión no contempla ánimo de lucro, su autoría se reconoce claramente, y su objetivo es estrictamente educativo.



Una nota inicial

Los presentes apuntes no tienen como objetivo enseñar a escribir: la escritura es un arte, una serie de destrezas que no se aprenden, sino que se cultivan con la práctica. Los párrafos compilados a continuación solo buscan proporcionar algunos puntos de partida desde los cuales se comiencen a explorar posibles caminos de producción escrita.

Y un punto de partida esencial es la lectura. Generalmente los buenos escritores son, asimismo, buenos lectores. Leer permite conocer diversos estilos y formatos narrativos, familiarizarse con el uso de recursos literarios, y encontrar niveles, discursos, estructuras y posiciones interesantes. A partir de ese punto, la escritura suele guiarse sobre todo por imitación, transfiriendo esos "préstamos" a la producción propia.

Asimismo, leer permite evaluar el trabajo propio, tal y como se hace con el ajeno. Genera gustos y criterios, y facilita el proceso de construcción y edición de cualquier texto escrito (e incluso de formatos orales o audiovisuales).


Algunas lecturas

  • Miquel, María Antonia de (2016). Leer mejor para escribir mejor. Epublibre. Descarga
  • Cassany, Daniel (2006). Taller de textos: leer, escribir y comentar en el aula. Barcelona: Paidós. Descarga



Sobre la escritura

Todo el mundo ama una buena historia. Y todo el mundo tiene el potencial (que no "la destreza") para contarla.

Al fin y al cabo, es a través de historias como los seres humanos nos aculturamos, es decir, como adquirimos nuestra memoria social y nuestra identidad etno-cultural. La educación, un proceso posterior, se encarga de brindarnos algunas destrezas que la aculturación no provee regularmente.

Y esa aculturación se realiza, tanto en sociedades tradicionales / rurales como urbanas, a través de la oralidad, la palabra hablada. Concretamente, a través de historias. Es por eso que todos tenemos el potencial de narrarlas. Hacerlo mejor o peor (adjetivos muy relativos, evidentemente) depende tanto de la práctica como del contacto que uno haya tenido con buenos narradores.

En las sociedades grafas (aquellas que tienen un mayor contacto con la escritura), tales narradores pueden ser, a partir de cierta edad, escritores. Por ello es esencial que quienes deseen escribir sean, sobre todo, ávidos lectores.



Sobre la comunicación científica

La comunicación científica es una etapa obligatoria del proceso de elaboración de conocimiento científico y del de construcción de narrativa de la ciencia.

Tal comunicación adquiere distintas formas dentro de un rango amplio de posibilidades, que va desde la literatura académica más compleja hasta la divulgación más elemental y la simple comunicación de datos, pasando por todos los niveles y categorías intermedias (entre las cuales se incluye el ensayo).

La literatura académica (libros, tesis, artículos, literatura gris) es un corpus de documentos cuyo objetivo es comunicar procesos y resultados de investigación, de la forma más clara y concisa posible. Estos documentos son esenciales para garantizar la replicabilidad y la falseabilidad de la ciencia, y se caracterizan por estar diseñados en torno a una estructura bastante rígida (claro reflejo de la del método científico) y formulaica: una serie de "celdas" predefinidas en donde se vuelcan los datos.

En el otro extremo, la literatura de divulgación busca expandir la comunicación científica, originalmente reservada a los pares, al público en general: una audiencia multiforme, con muy diversas características, necesidades y expectativas. En temas como conservación, la literatura de divulgación es esencial para hacer llegar conceptos e ideas a la sociedad en general. Su principal característica es que no se limita a comunicar / transmitir datos, sino que busca llegar al lector, inspirarlo además de informarlo y educarlo, convencerlo incluso, hacerlo reflexionar y pensar críticamente, todo ello de una forma amigable.

En el medio de estas dos posiciones se despliega todo un abanico de posibles estilos y fórmulas, incluyendo el ensayo, un formato que permite asumir una posición clara, una discusión crítica extensa e incluso una reflexión filosófica.


Algunas lecturas

  • Harmon, Joseph E.; Gross, Alan G. (2010). The craft of scientific communication. Chicago: University Press. Descarga
  • Reale, Analía (2016). Leer y escribir textos de Ciencias Sociales: procesos y estrategias. Buenos Aires: Universidad Nacional de Quilmes. Descarga
  • Huxley, Aldous (1963). Literatura y ciencia. Epublibre. Descarga
  • Sánchez Mora, Ana María (2015). La divulgación de la ciencia como literatura. México: UNAM. Descarga



Sobre el ensayo

El ensayo es un género que permite desarrollar y exponer reflexiones críticas, posiciones personales e ideologías que no siempre tienen espacio (o incluso aceptación) entre las conclusiones de un artículo académico. Si bien es un tipo de escritura sumamente habitual en las ciencias sociales, no lo es tanto (aunque es posible y recomendable) en las ciencias puras.

Un ejemplo de reflexión ensayística sobre el trabajo científico es el clásico trabajo de Latour sobre la vida en el laboratorio.


Algunas lecturas

  • Latour, Bruno; Woolgar, Steve. Laboratory life: the construction of scientific facts. Princeton. University Press, 1986. Descarga
  • Shiach, Don. How to write essays. 2.ed. Oxford: Howtobooks, 2009. Descarga
  • Langan, John; Winstanley, Sharon. Essay writing skills with readings. 7.ed. Canada: McGraw-Hill, 2014. Descarga



Tipos de escritura de divulgación

La escritura de divulgación puede adquirir distintas formas, que tienen una relación directa con el nivel de academicismo, y es directamente proporcional al nivel de amplitud de los públicos a los cuáles va dirigido el texto.

Un primer nivel sería la divulgación científica pura, un ejemplo de la cual serían los muchos artículos incluidos en la sección Ciencia/Materia del periódico español El País.

Un segundo nivel sería la actualmente denominada cienciatura: una mezcla perfectamente equilibrada entre literatura de divulgación y narrativa literaria. Algunas de las obras iniciales del ambientalismo / ecologismo (p.ej. Primavera silenciosa, de Rachel Carson) pertenecen a este género, que en la actualidad está representado, en español, por Benjamín Labatut (Un verdor terrible, La piedra de la locura) y Andrés Cota Hiriart (Fieras familiares). En inglés, un ejemplo es el de Ed Yong, autor de Yo contengo multitudes.

Un tercer nivel incluye la literatura con toques de ciencia ("ciencia-ficción"). Probablemente los mejores ejemplos son las novelas de Julio Verne, Isaac Azimov y Arthur C. Clarke. También pueden incluirse los trabajos de "divulgación" histórica, etnográfica y geográfica (literatura de viajes, de piratas, etc.) o las novelas de Emilio Salgari.


Algunas lecturas

  • Carson, Rachel. Primavera silenciosa. Epublibre. Descarga
  • Labatut, Benjamín. Un verdor terrible. Barcelona: Anagrama, 2020. Descarga
  • Labatut, Benjamín. La piedra de la locura. Barcelona: Anagrama, 2021. Descarga
  • Cota Hiriart, Andrés. Fieras familiares. Barcelona: Libros del Asteroide, 2022. Descarga
  • Yong, Ed. Yo contengo multitudes: Los microbios que nos habitan y una visión más amplia de la vida. Barcelona: Debate, 2017. Descarga
  • Verne, Julio. Viaje al centro de la Tierra. Epublibre. Descarga
  • Azimov, Isaac. Yo, robot. Barcelona. Edhasa, 1984. Descarga
  • Clarke, Arthur C. Los nueve mil millones de nombres de Dios. Epublibre. Descarga
  • Salgari, Emilio. La cimitarra de Buda. Epublibre. Descarga



Algunas características de los textos de divulgación

La divulgación no implica "contar para tontos" (es decir, escribir simplificaciones ridículas) ni "contar poética o literariamente" (al menos, no necesariamente). Tampoco implica un rebaje en el quehacer científico: de hecho, es necesario ser muy hábil y contar con los conocimientos adecuados para ser un buen divulgador. Apoyar las ideas con un discurso original, ocurrente, entretenido, incluso divertido, no resta al contenido científico.

Una de las características más importantes de cualquier texto orientado hacia la divulgación científica es la eliminación (o, al menos, la reducción notable) de la "distancia" inherente al discurso científico, el cual suele expresarse desde la autoridad, desde una suerte de estrado elevado desde donde impone un respeto en ocasiones forzado y artificial.

El discurso divulgativo debe desvincularse de ese tono académico, lo cual no implica una degradación o un menosprecio. Simplemente es una adaptación que permite adecuarse a la audiencia y responder a sus posibilidades y necesidades. Implica relatar la historia en términos que sean comprensibles y relevantes para el público.

Pues, a la postre, comunicar no es solo transmitir una historia: es hacerla llegar.

Y una segunda característica esencial de la literatura de divulgación es que evita, dentro de lo posible, la avalancha de datos y el uso masivo de citas bibliográficas. Esos datos no solo no suelen ser relevantes, sino que pueden llegar a apabullar al lector. Un/a escritor/a de divulgación hábil es totalmente capaz de incluir tanto los datos como la bibliografía en su texto sin que se note, dándole a su producto la suficiente y necesaria solidez y seriedad, junto con el respaldo científico de rigor.



Sobre el proceso de escritura

Si bien hay tantas posibles indicaciones sobre "cómo escribir" como escritores, el proceso general podría resumirse como sigue:

(a) Pensar qué se quiere contar y por qué. (b) Pensar a quién se le quiere contar lo que sea que se haya decidido narrar. (c) Estructurar las ideas a contar en una secuencia lógica. La estructura sirve como guía, no tiene por qué ser religiosamente respetada. De hecho, a veces conviene romperla, p.ej. traer el final al principio para que el cierre sea redondo. (d) Elegir el tono adecuado para involucrar al lector, meterlo en el relato, lograr contarle lo que verdaderamente le importa. En ese sentido, conviene notar que una pieza periodística es mera información, mientras que un texto es mucho más. Un texto evoca, inspira, invita, compromete, además de proporcionar un conocimiento que no existía antes. Un texto bien escrito entretiene, transporta y hace pensar. (e) Hacer un buen uso del lenguaje (ortografía y gramática).


Algunas lecturas

  • Kohan, Silvia Adela (2001). Cómo narrar una historia. Barcelona: Alba Editorial. Descarga
  • Kohan, Silvia Adela (2004). Las estrategias del narrador. Barcelona: Alba Editorial. Descarga
  • Kohan, Silvia Adela (2010). Puntuación para escritores y no escritores. Barcelona: Alba Editorial. Descarga
  • Kohan, Silvia Adela (2017). Cómo escribir con éxito en cada profesión. Barcelona: Alba Editorial. Descarga